Si Dios es quien dice ser, entonces ¿quién soy yo?
Si Dios es quien dice ser entonces ¿quién soy yo? Bueno, ¡soy Su hijo, Su creación, Su propósito previsto que debe depender de Él para todo y en cada cosa! Cuando Dios creó al hombre, formó a Adán del polvo de la tierra.
Nosotros, como seres humanos, comenzamos incluso a partir de una porción de la creación de Dios (el polvo), algo de poco o ningún valor.
Luego sopló en Adán un “alma viviente”, una porción de sí mismo. ¡Contenemos dentro de nosotros el Aliento Vivo de Dios!
Puedo decirles que esto es un hecho absoluto. ¡Dios es quien dice ser! Moisés le preguntó a Dios: "¿Quién digo que me envió?" Éxodo 3:14 Y dijo Dios a Moisés: Yo Soy el que Soy; y él dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me ha enviado a vosotros.
Dios es todo lo que necesitamos que sea, y mucho, mucho más. Esto se explica en las siguientes Escrituras:
Mateo 6:25-34 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Hace aproximadamente 2 años, le estaba explicando a un hombre que si arreglaba su vida con Dios, las cosas serían mucho mejores para él.
Su respuesta fue: “¿Por qué? Dios no ha hecho nada por mí”. ¡Esto no es cierto de ninguna manera! Cada respiro es un regalo de Dios.
Hace mucho tiempo que el equilibrio del oxígeno y otros gases se adaptaba perfectamente a las necesidades de la vida.
¡Cada movimiento del latido de nuestro corazón, los pensamientos de nuestra mente, cada paso y contracción, es una sinfonía de diseño coreografiado por Dios!
Podría escribir volúmenes sobre todas las cosas que Dios hace por nosotros cada segundo de cada día. Sin embargo, es mucho más fácil y sin esfuerzo explicar las cosas que Dios no hace por nosotros, y puedo resumirlo en muy pocas palabras. ¡Dios no hace nada que no sea para nuestro propio mejoramiento!
Entonces, ¿cómo aprendes quién es Dios? Se nos dio la Biblia, la Santa Palabra de Dios, para que podamos saber exactamente quién es Dios.
La Palabra también nos da la oportunidad de tener una relación personal e íntima con el Señor Dios. Cuanto más aprendo de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, más quiero estar en su presencia, más cerca quiero estar del Señor mi Dios.
Muchos conocen a Dios, pero no tienen idea de quién es Dios realmente. Si conoces a Dios en toda Su Majestad, entonces conoces al Señor Jesucristo (Dios el Hijo) y conoces al Espíritu Santo (Dios la presencia Espiritual).
Si sólo sabes de estas cosas y dices que crees en Dios, recuerda esto: la Escritura dice que hasta los demonios creen y tiemblan. ¡Tiemblan porque saben quién es Dios verdaderamente! Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Los demonios lo saben y tiemblan.
Lamentablemente, muchos de los que dicen conocer a Dios no temen ni reverencian quién es Dios. Hablan de Dios de la misma manera que lo harían sobre un modelo de automóvil específico o el color de una prenda de vestir.
Puedes saber acerca de ser cristiano, pero hasta que conozcas al Salvador Jesucristo, tu camino estará tan destinado al infierno como el de cualquier otra alma perdida.
Juan 3;16-17
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si pudiera impartir algo a todos, sería el gozo conocido y el amor que viene al servir al Señor Jesús.